lunes, 3 de mayo de 2010

Caen desde el cielo

Caen y caen desde el cielo como tormentas y aguaceros.
Las dudas y el silencio, la incertidumbre y la rabia.
Nada es perfecto y todo cae por su propio peso
hacia el abismo, hacia la nada.
Todo muere, todo arde, todo se consume o se contamina.

Siento el calor del asfalto primaveral en las plantas de mis pies.
Puedo ver las nubes grises acercarse y puedo ver mi reflejo en los charcos.
Las cunetas se han teñido ya de rojo amapola.
Los montes se han llenado ya de hierba fresca y flores.

La cabeza me duele y la resaca es inaguantable.
Las capuchas pesan y la noche queda muy lejos.
Como la maldición de decir te quiero demasiado tarde.
Como la maldición de no volver a sentirte sino es dentro de mi alma.

El tiempo pasa, pasan los años, como pasan los coches.
Dejan un rastro imborrable en la memoria,
una mezcla de sentimientos melancólicos.
La añoranza de tiempos pasados de lucha y romanticismo,
tal y como hoy toca.

Y el mundo avanzara sin ti.
Las farolas, las señales y las aceras
dan la mas cruda de las certezas:
Todo fue un sueño que se convirtió en pesadilla
y ahora habita en el mas rebelde olvido
esperando a no ser borrado por el tiempo.

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